COVID-19: Mitos y realidades de vacunas
Evitar la difusión de falsa información sobre la vacunas que nos protegen del COVID-19 es tarea de todos
Es fundamental contar con información segura sobre las vacunas que nos protegen del COVID-19 y evitar la difusión de mitos que resultan en la desconfianza de los productos de inmunización que han sido creados y estudiados detenidamente por miles de investigadores. A continuación algunos de los más comunes:
MITO: Los componentes incluidos en las vacunas contra el COVID-19 son peligrosos.
REALIDAD: Prácticamente todos los componentes que incluyen las vacunas contra el COVID-19 los encontramos en muchos alimentos como grasas, azúcares y sales. Estas no contienen conservantes, tejidos, antibióticos, proteínas de alimentos, látex ni metales. Los componentes exactos varían según el fabricante.
MITO: Las vacunas contra el COVID-19 causan variantes.
REALIDAD: Las variantes del COVID-19 son el resultado de la modificación constante a través de un proceso natural constante de mutación del mismo virus. Las vacunas no crean ni causan variantes del virus y ayudan a prevenir su aparición.
MITO: Las vacunas contra el COVID-19 contienen microchips.
REALIDAD: Las vacunas se crean para combatir enfermedades y no se administran microchips con ellas. El funcionamiento de las vacunas es estimular la producción de anticuerpos del sistema inmunitario.
MITO: Recibir una vacuna contra el COVID-19 puede magnetizarlo.
REALIDAD: Las vacunas contra el COVID-19 no contienen ingredientes que puedan producir un campo electromagnético en la zona inyectada ni en ninguna otra parte del cuerpo. Además, como ya se mencionó, las vacunas no contiene ningún tipo de metal.
MITO: Las vacunas contra el COVID-19 pueden alterar el ADN.
REALIDAD: En el caso de las vacunas de ARN mensajero, el material genético aportado nunca ingresa al núcleo de la célula, lugar donde se aloja el ADN.
MITO: Es mejor inmunizarse a través de la infección que con la vacuna contra el COVID-19.
REALIDAD: Al infectarse de COVID-19 se puede llegar a enfermar gravemente e incluso llegar a morir, significando que es imposible predecir el nivel de síntomas. Es más seguro y confiable generar inmunidad a través de la vacunación contra el COVID-19.
MITO: La vacuna contra el COVID-19 puede enfermar hacer enfermar a la persona de COVID-19.
REALIDAD: Ninguna vacuna contiene el virus que causa el COVID-19, por lo tanto no se puede contagiar. Las vacunas le enseñan al sistema inmunitario a reconocer y combatir el virus que causa el COVID-19.
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Comité COVID-19, Facultad de Medicina U.A.N.L.