En un emotivo esfuerzo por honrar su legado histórico y renovar su infraestructura, el Hospital Universitario, bajo la dirección del Dr. med. Oscar Vidal Gutiérrez, ha celebrado la reinauguración de su icónica fachada. Este evento trascendental no solo simboliza un paso hacia el futuro, sino que también integra elementos que reafirman la identidad y el compromiso de la institución con la sociedad.

La ceremonia de reinauguración contó con la distinguida presencia del rector, el Dr. med. Santos Guzmán López, de nuestro director, el Dr. med. Oscar Vidal Gutiérrez, jefes de departamentos y servicios, profesores, estudiantes y miembros de la comunidad, quienes se unieron para conmemorar este logro.

Uno de los elementos más destacados de esta renovación es la incorporación de un reloj. Originalmente concebido en la primera maqueta del hospital, este reloj nunca llegó a materializarse en aquel entonces. Sin embargo, en un gesto de valor y respeto hacia la historia, se decidió recuperar el diseño original y encargar su fabricación en Querétaro. El resultado es un reloj eléctrico de precisión, capaz de mantener su funcionamiento durante 24 horas en caso de un corte de energía. Además, gracias a su sistema GPS, la hora se ajusta automáticamente, garantizando que siempre marque el tiempo exacto.

“En nuestra profesión, el tiempo es invaluable; cada minuto cuenta para las personas que vienen a atenderse en nuestro magnífico Hospital Universitario.” – Dr. med. Oscar Vidal Gutiérrez, Director.

Asimismo, en lo alto de esta renovada fachada, ondea con orgullo la bandera nacional. Este símbolo patrio fue gestionado oficialmente ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La bandera, confeccionada y entregada con el apoyo incondicional de esta entidad, representa la unidad de los mexicanos y refuerza el espíritu de solidaridad que es el corazón del Hospital Universitario.

La nueva fachada no es simplemente una renovación arquitectónica; es una declaración visible de la esencia del hospital. Es la entrada que da la bienvenida a quienes día a día trabajan con un profundo amor por la vida y la ciencia. Esta dedicación, presente en cada profesor, estudiante y miembro del personal, es la verdadera fuerza que define la grandeza del Hospital Universitario.