Población femenina

Catalina Olivo Villarreal fue la primera mujer en incursionar profesionalmente en la medicina en Nuevo León. Tuvo que solicitar la anuencia del poder Ejecutivo para realizar sus estudios en la Escuela de Medicina, cursando la carrera del año 1927 a 1933. Su examen profesional lo realizó en marzo de 1935. Presentó su tesis titulada “Contribución al estudio de la vacunación antidiftérica”, respondió algunos cuestionamientos de temas como placenta previa, inervación intrínseca del corazón y técnica quirúrgica de la apendicitis, después efectuó la prueba práctica en el Hospital González y fue aprobada por unanimidad.

Cuatro años más tarde se volvió a titular una médica de la Escuela de Medicina, Laura Canseco, quien egresó en el año 1939; María de los Ángeles Torres Moyeda en 1940. En 1942, por primera vez se graduaron cinco estudiantes, Alicia Leal Cantú, Petra González Montemayor, Alicia Sandoval Garza, Esthela Peyrani Garza y Marina Villarreal, y desde ese momento la población femenina fue en aumento.

Servicio social

Los primeros registros acerca de la realización del Servicio Social por parte de los alumnos de la Escuela de Medicina se remontan al año de 1939. En 1940, en coordinación con el Gobierno del Estado, se instituyó el Servicio Médico Social Rural, el cual consistía en que pasantes de medicina y enfermería ofrecieran servicios de salud gratuitos a la gente del campo, que se encontraban alejadas de los centros en donde se imparten atenciones médicas. Los municipios beneficiados fueron: Villaldama, Zuazua, Los Ramones, Abasolo, Agualeguas, Los Herreras, Lampazos, Iturbide, Dr. Coss, Gral. Bravo, Villa de García, Aramberri, Gral. Treviño, Los Aldamas, Bustamante e Higueras.

En Monterrey, la primera generación que tuvo el compromiso de procurar la salud de las zonas más desprotegidas del estado fue llamada “El Grupo de los 17”. María de los Ángeles Torres Moyeda, era la única mujer que pertenecía a éste, convirtiéndose así en primera mujer que realizara el servicio social en el Estado. En uno de sus relatos compartió lo siguiente:

A mí me tocó aquí cerca, en Villa de García. Fui la única mujer de la generación y la primera que hizo servicio social. Me presenté con las autoridades del municipio, “así que usted es la doctora”, me decían y me veían con cierta duda. Yo llegué al pueblo y les dije aquí estoy, pero no crean que tener una doctora como yo es gran cosa, nomás vengo a ayudarles a ver en qué, a lo mejor ustedes me van a enseñar más.

 

Empecé por ponerme pantalones hasta debajo de los tobillos porque me picoteaban los zancudos de lo lindo y por enseñar a la gente a hervir el agua y a lavar los alimentos. Nosotros no íbamos a ganar dinero; si la gente nos quería dar algo, era aceptado; pero no cobrábamos.

 

Me veían de arriba abajo, pues si, resulta que todos querían ser mis novios. Tenía que ponerme amable con mis enfermos y poner cara de baqueta con los lagartos. Para mí fue especialmente importante haberme ganado la confianza del pueblo y que y se les haya olvidado que era mujer y que era joven hayan acudido a mí.

María de los Ángeles Torres Moyeda (1940)

En la actualidad, la carrera de Médico Cirujano y Partero ha presenciado el aumento de la población femenina, representando el 56% de los alumnos (4,011 alumnas), por su parte la carrera de Químico Clínico Biólogo tiene una representación del 68% por parte del género femenino (205 alumnas). Lo anterior según los informes de ambas subdirecciones al termino del 2021.