Nacido en Agualeguas, Nuevo León, el 28 de noviembre de 1892. Fue becado por el gobernador Venustiano Carranza para estudiar en la Escuela Nacional de Medicina, en donde sólo cursa el primer año, ya que debido al estallido revolucionario, interrumpe sus estudios y se une al movimiento armado.

Ferviente admirador de Francisco I. Madero, al enterarse del cuartelazo del 9 de febrero de 1913, se pone al servicio del general Lauro Villar. Más tarde, consumada la traición de Victoriano Huerta y enterado del Plan de Guadalupe, se incorpora al ejército constitucionalista en Piedras Negras, Coah., donde se le asigna la organización y dirección de un pequeño banco de sangre ubicado en el hospital de Monclova.

Participa en el Cuerpo del Ejército del Noreste, al mando del general Pablo González y a las órdenes inmediatas del general Antonio I. Villarreal, a quien representa en la Convención de Aguascalientes, donde tuvo meritorias intervenciones. Llegó a ostentar el grado de Teniente Coronel.

Al dejar las armas, retoma su carrera de Medicina hasta lograr titularse, con el permiso y el apoyo de Carranza, en la Harvard Medical School de Boston, Mass., el 23 de junio de 1921, y donde se desempeña un año como ayudante de la cátedra de Anatomía Patológica.

Durante muchos años fue catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo León en el área de Anatomía y fue director del Hospital Civil “Dr. José Eleuterio González”. También fue presidente de la Asociación Médica Mexicana; vicepresidente del Consejo de Salubridad Pública del Estado, donde realiza importantes trabajos de prevención médica y sanitaria.

Desde  joven fue muy proclive a la lectura y redacción de trabajos de historia, siendo su mayor aporte la publicación de su “Diario de la Revolución”, impresa en dos tomos.

El primer tomo del Diario, publicado en 1971, abarca 559 páginas en 37 capítulos. Contiene los antecedentes del movimiento armado, importantes documentos, discursos, planes y decretos. Principia con el relato de los acontecimientos del 9 de febrero al 31 de diciembre de 1913, concluyendo con la lucha contra el usurpador Victoriano Huerta, durante diciembre del mismo año.

El segundo tomo, publicado en 1983, está compuesto por 31 capítulos, en 554 páginas, también con un registro diario, que inicia en enero 17 y cierra el 3 de octubre de 1914. Relata los hechos más importantes de la Revolución Constitucionalista hasta su triunfo, así como los avatares de la Convención de Aguascalientes.

El contenido de la obra se desenvuelve en forma cronológica, día por día, y está apoyado en las vivencias del doctor Vela, así como en los relatos de escritores revolucionarios que dejaron testimonio de su actuación. Cada capítulo contiene un sumario de los sucesos que se abordarán, y éstos están separados por Estados, según donde haya ocurrido el acontecimiento reseñado. En el tomo uno se anexan tres índices: bibliográfico, temático y biográfico.

Entre la infinidad de temas que aborda se pueden citar: los ataques del ejército constitucionalista contra las fuerzas federales, en el noreste; los decretos expedidos por el Jefe de la Revolución; las diferencias y la escisión con la División del Norte de Francisco Villa y con el caudillo del Sur, Emiliano Zapata; cómo trasladaba y atendía a los muertos y heridos de guerra entre tantas precariedades; la vida en los campamentos norteños, limitaciones, diversiones, casos chuscos, la comida y la convivencia; las tomas de Torreón y Zacatecas, entre otros.

Entre los personajes más referidos destacan: Eulalio Gutiérrez, los hermanos Carrera Torres, Gral. Antonio I. Villarreal, Pablo González, Saturnino Cedillo, Lauro Villar, Francisco Coss, Raúl Madero, E. Aguirre Berlanga, Roque González Garza, Martín Luis Guzmán, José Vasconcelos, por señalar algunos.

El Doctor muestra en su obra una metodología rigurosa al referir toda su información, y destacar la que corresponde a su autoría, y la que proviene de otros autores como Luis y Adrián Aguirre Benavides, Luis Fernando Amaya, Juan Barragán Rodríguez, Isidro Fabela, Martín Luis Guzmán, Gildardo Magaña, Brondo Whitt, entre muchos otros. Estaba preparando un tercer volumen, que complementaría su historia de la Revolución Mexicana hasta su culminación, lamentablemente fallece el 31 de enero de 1985 a los 93 años de edad.

Escrita en un lenguaje fresco, claro y sin denostar y/o exagerar la estatura de los personajes, el doctor Vela aborda dos años en mil páginas, de las cuales un tercio corresponden a las poblaciones de Nuevo León y el noreste, donde él fue testigo y participante activo de los hechos que describe. Una obra que hay que leer para comprender mejor los acontecimientos de la lucha armada iniciada en 1910 y que hoy se conmemora su 110 aniversario.

Bibliografía

Vela González, Francisco. Diario de la Revolución, año de 1913, tomo 1, Patronato Universitario de Nuevo León, 1ª. ed., Monterrey, 1971, 559 pp.

Diario de la Revolución, enero/octubre de 1914, tomo 2, Gobierno del Estado de Nuevo León, 1ª. ed., Monterrey, 1983, 554 pp.